¿El arte generado con IA tiene copyright? Lo que los artistas deben saber en 2026
Última actualización: 2025-12-24 12:53:11

Si has estado creando arte con Midjourney, DALL-E o Stable Diffusion, es normal que te preguntes si las obras generadas con IA están protegidas por derechos de autor. La duda es clave, sobre todo si vendes impresiones, estás armando un portafolio o te preocupa que alguien copie tu trabajo.
La respuesta no es sencilla y ha cambiado mucho en los últimos dos años. En esta guía explicamos qué partes del arte con IA pueden protegerse por derechos de autor, según las decisiones judiciales más recientes y las últimas directrices de la Oficina de Copyright de EE. UU. publicadas en enero de 2025.
Respuesta rápida
El arte generado exclusivamente por IA —cuando solo escribes un prompt y la IA crea la imagen— no puede tener derechos de autor según la legislación vigente de EE. UU.
La Oficina de Copyright lo ha dejado claro: para que exista copyright debe haber autoría humana, y un simple prompt no cumple ese requisito.
Pero aquí es donde la cosa se pone interesante. Si has aportado un trabajo creativo sustancial a tu arte con IA —más allá de escribir prompts— mediante la selección, la disposición, la edición o la combinación de resultados de IA con elementos originales propios, esas aportaciones humanas podrían ser susceptibles de protección por derechos de autor.
Piénsalo así: las partes generadas por la IA no están protegidas, pero el trabajo creativo que tú aportas encima sí podría cumplir los requisitos para tener protección.
Por qué los prompts de texto no son suficientes

Este es, probablemente, el punto más controvertido de la legislación actual sobre copyright del arte con IA, y el que más suele pillar desprevenidos a los creadores. Puedes pasarte horas creando el prompt perfecto, generar cientos de variaciones, ajustar cada palabra al milímetro… y aun así la Oficina de Copyright sigue diciendo que no es suficiente para obtener protección por derechos de autor.
Su razonamiento se basa en el control y la previsibilidad. Cuando encargas una obra a un artista humano y le das instrucciones detalladas, ese artista sigue tomando innumerables decisiones creativas sobre la composición, el color, el estilo, la iluminación y la ejecución. Tú marcas el concepto, pero es él quien crea la expresión.
La Oficina de Copyright trata las herramientas de IA de forma similar. En su informe de enero de 2025 sobre la posibilidad de proteger obras con copyright creadas con IA, afirmó de manera explícita que «los prompts por sí solos no proporcionan un control humano suficiente como para considerar autores del resultado a los usuarios de un sistema de IA». Aunque escribas un prompt de 500 palabras, es la IA quien toma las decisiones creativas clave sobre cómo convertir ese concepto en una imagen.
La analogía que utilizan es clara: te pareces más a un cliente que da indicaciones que a un artista que crea la obra. Y el derecho de autor siempre ha distinguido entre quien tiene la idea y quien realmente crea la expresión de esa idea.
El caso Théâtre D'opéra Spatial
Jason Allen lo descubrió de la manera más difícil. Su obra generada con IA ganó el primer premio en la categoría de bellas artes de la Feria Estatal de Colorado en 2022, y se volvió noticia nacional cuando se supo que había sido creada con Midjourney. Allen había invertido un esfuerzo enorme en la pieza: usó más de 600 prompts distintos y pasó semanas puliendo su enfoque.
Cuando solicitó el registro de copyright, la Oficina de Copyright lo rechazó en septiembre de 2023. A pesar de su extenso proceso de ingeniería de prompts, concluyeron que no había ejercido un control creativo suficiente sobre el resultado final. Fue la IA la que tomó las decisiones creativas clave sobre cómo materializar sus indicaciones.
Este caso dejó muy clara la postura de la Oficina de Copyright: por muy sofisticada que sea tu técnica de prompting, por sí sola no basta.
Qué se puede proteger realmente con copyright

Entonces, si los resultados puramente generados por IA no tienen copyright, ¿qué sí lo tiene? Según decisiones y registros recientes de la Copyright Office, existen varios escenarios en los que el arte asistido por IA puede recibir protección.
Selección y composición humana
El primer caso exitoso llegó en febrero de 2023 con la novela gráfica Zarya of the Dawn de Kris Kashtanova. Kashtanova utilizó Midjourney para generar las imágenes de la obra y, en un inicio, obtuvo el registro de copyright para el conjunto del trabajo. Sin embargo, cuando la Oficina de Copyright conoció la participación de la IA, decidió revisarlo con mayor detalle.
El veredicto fue matizado: Kashtanova conservó los derechos de autor del texto (escrito íntegramente por una persona) y de la selección, coordinación y disposición conjunta de las imágenes y el texto. ¿Pero las imágenes generadas por IA de forma individual? Esas no son protegibles por copyright.
Esto sentó un principio clave. Si estás curando, seleccionando y organizando varios elementos generados por IA —ya sea dentro de una obra mayor como una novela gráfica o en una sola composición—, las decisiones creativas que tomas en ese proceso pueden estar protegidas. No se protege el resultado de la IA en sí, sino tu compilación original y la forma en que la construyes.
Modificación humana sustancial
La Oficina de Copyright también ha señalado que, si tomas contenido generado por IA y lo modificas de forma sustancial, esas modificaciones sí pueden estar protegidas por derechos de autor. No se trata de pequeños retoques ni de aplicar filtros: hablamos de cambios creativos significativos que reflejen tu criterio y visión artística personal.
En la práctica, esto puede significar:
- Tomar una imagen generada por IA y repintarla en gran medida o redibujar elementos clave
- Usar el resultado de la IA como punto de partida y tomar decisiones creativas que cambien de forma sustancial la composición, el estilo o la expresión
- Combinar varios elementos generados por IA con una edición manual significativa para crear algo realmente nuevo
La pregunta clave que se hace la Oficina de Copyright es si las decisiones creativas que dieron forma a la obra final las tomó una persona o la IA. Si está claro dónde termina la IA y empieza tu aportación —y esa aportación es sustancial—, tienes muchas más posibilidades de que la obra sea protegible por derechos de autor.
La IA como herramienta en la creación humana
Este es el camino más claro hacia la protección por derechos de autor. Si usas la IA como usarías Photoshop o un pincel digital —una herramienta más dentro de un proceso creativo principalmente humano— tu obra puede ser plenamente protegible por copyright.
Imagina que dibujas un personaje a mano, lo escaneas, usas una herramienta de IA para explorar texturas o paletas de color y luego haces el render final tú mismo con pintura digital manual. La aportación de la IA es accesoria dentro de tu proceso creativo. Tú eres el autor, y el hecho de haber usado ayuda de IA no cambia eso, igual que no lo haría haber usado Photoshop.
La Oficina de Copyright ha registrado cientos de obras que incorporan material generado por IA cuando la autoría humana es clara y sustancial. Todo depende del grado de control creativo humano sobre la expresión final.
El fallo judicial histórico: Thaler v. Perlmutter
En marzo de 2025, el Tribunal de Apelaciones del Circuito de D.C. emitió lo que probablemente será, por un tiempo, el fallo definitivo sobre la autoría con IA. El Dr. Stephen Thaler había creado un sistema de IA llamado Creativity Machine, que generó una obra titulada "A Recent Entrance to Paradise". Thaler solicitó el registro de copyright indicando a la IA como autora única (y a sí mismo como titular de los derechos).
La Oficina de Copyright rechazó la solicitud y Thaler demandó. El caso avanzó por los tribunales y, en marzo de 2025, el tribunal de apelaciones confirmó que la autoría humana es un «requisito fundamental» del derecho de autor. Los sistemas de IA no pueden ser autores, punto.
El razonamiento del tribunal fue claro y directo: el objetivo del copyright es incentivar la creatividad humana. Las máquinas no necesitan incentivos para crear. La base constitucional del derecho de autor (la Cláusula de Copyright) habla de “Autores”, un término que históricamente siempre se ha interpretado como personas. Aceptar la autoría de la IA supondría además una transformación profunda del derecho de autor, algo que el Congreso nunca tuvo en mente.
Este fallo despeja cualquier duda que quedara: según la legislación vigente, la IA no puede ser autora. El copyright exige intervención humana.
¿Se puede vender arte generado con IA?

Aquí es donde todo se vuelve práctico. Sí, puedes vender arte generado con IA sin problema. No existe ninguna ley que prohíba comercializar imágenes creadas con herramientas de IA. De hecho, mucha gente ya está vendiendo arte con IA como impresiones, en productos, como NFTs y a través de muchos otros canales.
Pero —y esto es clave— si tu obra es un resultado puramente de IA sin una autoría humana sustancial, no puedes protegerla con derechos de autor. Eso significa que no puedes impedir que otros la copien o creen algo muy similar.
Piénsalo así: puedes vender la impresión física o el archivo, pero no puedes impedir que otra persona use el mismo prompt para generar una imagen similar, ni que copie directamente tu obra generada con IA. No tienes respaldo legal a través del copyright, porque la obra en sí no está protegida.
Esto crea una dinámica de mercado interesante. Tu ventaja competitiva no viene de la exclusividad legal que otorga el copyright, sino de llegar antes que otros, de tu marketing y tu marca, y de tu capacidad para producir trabajo de calidad de forma constante.
Las políticas de la plataforma importan
Las distintas plataformas de venta tienen políticas propias sobre el contenido generado con IA, y suelen ser más estrictas que la legislación básica de derechos de autor:
Etsy ha sido tajante. Exige que los productos de su marketplace tengan una aportación creativa humana. Publicar un resultado de IA tal cual, sin modificar, infringe sus políticas. Es necesario añadir algo propio: combinar la generación de IA con tu obra, realizar una edición sustancial o integrar la IA como parte de un proceso creativo artesanal más amplio.
Los servicios de impresión bajo demanda como Redbubble y Printful suelen permitir el uso de arte generado con IA, pero debes asegurarte de tener derechos sobre cualquier dato de entrenamiento utilizado por el modelo. Esto es más complejo de lo que parece, ya que la mayoría de las herramientas de IA no revelan sus fuentes de entrenamiento. El consejo práctico: evita generar imágenes que imiten claramente personajes con copyright o el estilo distintivo de artistas concretos.
Los marketplaces de NFT como OpenSea no prohíben el arte generado con IA, pero cada vez hay más presión para indicar cuándo una obra ha sido creada con IA. La comunidad NFT valora la autenticidad y la procedencia, por lo que ser transparente sobre tu proceso creativo suele ser una buena práctica, independientemente de las exigencias legales.
Derechos comerciales en plataformas de IA
Las condiciones de uso de tu herramienta de IA son tan importantes como la ley de derechos de autor. Midjourney, por ejemplo, concede derechos comerciales a los suscriptores de pago, pero no a quienes usan la prueba gratuita. Con el plan de $10/mes o superior, puedes utilizar comercialmente las imágenes que generes. Aun así, revisa siempre los términos con atención: pueden cambiar.
DALL·E de OpenAI concede derechos comerciales a los usuarios de pago, lo que te permite usar las imágenes en merchandising, marketing u otros fines comerciales. OpenAI te asigna los derechos sobre las imágenes que generes.
Stable Diffusion funciona con licencias de código abierto que, por lo general, permiten el uso comercial. Eso sí, las condiciones concretas dependen del modelo que utilices y del entorno en el que lo ejecutes.
Advertencia importante: estas plataformas pueden concederte derechos de uso y licencias, pero no pueden crear protección de copyright donde la ley federal no la reconoce. Eso es una cuestión distinta.
Cómo hacer que tu arte con IA sea más protegible por derechos de autor

Si quieres proteger con derechos de autor una obra creada con ayuda de IA, debes poder demostrar una aportación creativa humana sustancial. Estas son algunas formas prácticas de hacerlo:
La forma más directa es usar la IA como una herramienta más dentro de un proceso creativo más amplio. Parte de tus propios bocetos o fotografías. Utiliza la IA para generar elementos, texturas o referencias. Después, realiza un trabajo creativo significativo integrando, modificando y puliendo el conjunto. Cuanto más influyan tus decisiones creativas personales en el resultado final, más sólida será tu reclamación de derechos de autor.
Otra vía es el método de compilación. Genera varias imágenes con IA y aplica tu criterio creativo para elegir elementos concretos y organizarlos en una nueva composición. Añade aportes propios: texto, marcos, dibujos hechos a mano, elementos fotográficos. Esa selección y disposición pueden estar protegidas por derechos de autor, aunque las piezas base creadas con IA no lo estén.
Si trabajas de esta forma, documentarlo marca la diferencia. Conserva los archivos por capas, guarda versiones intermedias y anota tus decisiones creativas. Si en algún momento necesitas registrar el copyright, contar con pruebas claras de tu proceso creativo será clave.
El principio clave es que la aportación humana debe ser sustancial, no meramente anecdótica. Aplicar un filtro o hacer pequeños ajustes de color probablemente no sea suficiente. En cambio, si tomas decisiones creativas reales que dan forma a la expresión final —mediante la composición, la modificación, la integración con obra propia o una disposición creativa— estás sentando las bases para la protección por derechos de autor.
Cómo registrar el copyright de obras creadas con ayuda de IA
Si has creado una obra con una autoría humana sustancial, puedes registrarla en la Oficina de Copyright de EE. UU. Eso sí, debes ser transparente y declarar la participación de la IA.
Al completar el formulario de registro (Form VA para artes visuales), deberás identificar con claridad qué partes son de autoría humana y cuáles fueron generadas por IA. En el campo “Author Created”, describe únicamente tus aportes: “selección y disposición”, “pintura digital y composición”, “elementos fotográficos y edición manual”, según lo que realmente aplique.
Hay una sección para limitar el alcance de tu reclamación. Ahí es donde indicas de forma explícita qué partes quedan fuera por haber sido generadas con IA: por ejemplo, “El registro no se extiende a los elementos de fondo generados por IA” o una formulación similar.
La Oficina de Copyright puede volver con preguntas. Es posible que te pidan más detalles sobre tu proceso creativo o que aclares qué elementos fueron generados por IA. Es normal: buscan identificar dónde existe autoría humana dentro de la obra.
Actualmente, los plazos de tramitación oscilan entre 3 y 10 meses. Si tu solicitud es rechazada, tendrás la oportunidad de responder y aclarar la información. Algunas denegaciones se revierten cuando los creadores aportan más documentación que demuestre su intervención creativa humana.
Una nota práctica: la Oficina de Copyright no siempre puede saber a simple vista si una imagen fue generada por IA. Aun así, estás obligado a declararlo con honestidad en tu solicitud. Si no lo haces y más adelante se descubre, tu registro puede quedar invalidado.
La cuestión de los datos de entrenamiento
Existe además una controversia paralela sobre derechos de autor que afecta directamente a los creadores de arte con IA: si las empresas de IA están infringiendo copyright al entrenar sus modelos con imágenes protegidas.
Actualmente, varios litigios importantes siguen su curso en los tribunales. Artistas han demandado a Stability AI (creadores de Stable Diffusion), alegando que la empresa infringió sus derechos de autor al entrenar sus modelos con obras protegidas sin permiso. Getty Images enfrenta un caso similar, en el que sostiene que Stability AI extrajo millones de imágenes con copyright de su catálogo para el entrenamiento.
La defensa de las empresas de IA se apoya en el uso legítimo (fair use). Sostienen que el entrenamiento es transformador: el modelo aprende patrones, pero no almacena ni reproduce las imágenes originales. Lo comparan con un artista humano que estudia obras de otros para aprender técnicas.
Los tribunales aún no se han pronunciado de forma definitiva, y el resultado tendrá un impacto importante en la industria del arte con IA. Si se determina que entrenar modelos con obras protegidas infringe derechos de autor, las empresas de IA podrían verse obligadas a licenciar los datos de entrenamiento o a usar únicamente contenido de dominio público o con licencia. Eso podría cambiar qué herramientas de IA están disponibles y cómo funcionan.
Para quienes crean con estas herramientas, el consejo práctico es evitar prompts que busquen claramente reproducir personajes protegidos por copyright o imitar el estilo distintivo de artistas concretos. Pedir “Spider‑Man” o “en el estilo de [un artista vivo específico]” implica un riesgo legal mucho mayor que usar descriptores de estilo genéricos.
Diferencias internacionales
En EE. UU., la ley es bastante estricta con el requisito de autoría humana, pero en otros países el enfoque es distinto.
La ley de copyright del Reino Unido contempla las “obras generadas por ordenador”, lo que podría ofrecer una protección más amplia. Según esta normativa, los derechos corresponden a “la persona que realiza los arreglos necesarios para la creación de la obra”. En la práctica, esto podría otorgar el copyright a quien opera la herramienta de IA, aunque la jurisprudencia sobre este tema todavía está en desarrollo.
Canadá ha adoptado un enfoque interesante en algunos casos. La Oficina Canadiense de Propiedad Intelectual registró la obra “SURYAST”, a la que se le negó el copyright en EE. UU., y reconoció al sistema de IA como coautor junto al creador humano. Se trata de un marco fundamentalmente distinto.
En China, algunos tribunales ya han emitido fallos que reconocen derechos de autor sobre contenido generado con IA cuando se demuestra una intervención humana. En estos casos, el énfasis está más en la originalidad de la obra que en una autoría humana estricta.
En general, la UE mantiene un enfoque similar al de EE. UU. en cuanto al requisito de autoría humana, aunque su aplicación puede variar entre los distintos Estados miembros. El reciente AI Act europeo se centra más en regular los sistemas de IA que en definir aspectos concretos de derechos de autor.
Si vendes o licencias arte generado con IA a nivel internacional, el estatus de copyright puede variar según el país. Por eso, para proyectos comerciales serios, contar con el asesoramiento de un abogado especializado en propiedad intelectual puede marcar la diferencia.
Lo que viene a continuación
El marco legal del arte con IA sigue en evolución. En enero de 2025, la Oficina de Copyright afirmó que, por ahora, no considera necesaria una nueva legislación: cree que la ley de derechos de autor vigente puede abordar las cuestiones relacionadas con la IA mediante análisis caso por caso y precedentes judiciales.
Pero el Congreso ya ha mostrado interés en el tema. Se han celebrado múltiples audiencias sobre IA y derechos de autor, y podría surgir legislación si los tribunales o el enfoque caso por caso de la Oficina de Copyright no ofrecen la claridad necesaria.
La tecnología también avanza. A medida que las herramientas de IA se vuelven más sofisticadas y ofrecen a los usuarios un control cada vez mayor sobre los resultados, la frontera entre “herramienta” y “creador” puede volverse más nítida. Es posible que los sistemas de IA del futuro permitan un nivel de control tan preciso que quede claro, sin dudas, que son solo herramientas al servicio de autores humanos.
También están surgiendo soluciones desde la industria. Algunas plataformas están experimentando con sistemas de verificación basados en blockchain para acreditar los procesos creativos y la autoría humana. Además, se están desarrollando estándares técnicos para identificar y marcar con marcas de agua el contenido generado por IA.
Las demandas por el uso de datos de entrenamiento también definirán el panorama. Según cómo fallen los tribunales sobre el uso legítimo y el entrenamiento, podríamos ver el surgimiento de sistemas de licencias colectivas, similares a los de las plataformas de streaming musical, para compensar a los artistas cuyas obras se utilizan para entrenar sistemas de IA.
Por ahora, lo más prudente es usar la IA como una herramienta potente dentro de tu proceso creativo, no como un sustituto de la creatividad humana. Cuanto más influyan tus decisiones creativas personales en la obra final, mayor será su protección legal.
Preguntas frecuentes
¿Puedo registrar derechos de autor sobre arte con IA si pasé horas perfeccionando el prompt? No. La Oficina de Copyright ha sido clara: el prompt engineering por sí solo —aunque sea extenso y sofisticado— no constituye autoría humana suficiente. Es necesaria una intervención creativa directa en la conformación del resultado.
¿Y si modifico ligeramente el resultado de la IA? Cambios menores, como ajustes de color o aplicar filtros, probablemente no sean suficientes. Se requieren modificaciones creativas sustanciales que reflejen un criterio artístico humano real: piensa en cambios importantes de composición, pintura o dibujo significativo sobre la imagen, o una integración creativa con elementos originales creados por una persona.
¿Puedo vender arte generado con IA en Etsy? Etsy exige que haya una aportación creativa humana más allá de la generación automática con IA. Debes añadir algo original: por ejemplo, combinar elementos creados con IA con tu propio trabajo, realizar modificaciones sustanciales o usar la IA como parte de un proceso creativo artesanal más amplio.
¿El arte generado por IA es de dominio público? No exactamente. El contenido creado por IA no es susceptible de copyright, es decir, no tiene protección por derechos de autor, pero el concepto de “dominio público” se aplica tradicionalmente a obras cuyo copyright ha expirado o nunca existió por otros motivos. En la práctica, el resultado es parecido: cualquiera puede usarlo, aunque el estatus legal no sea exactamente el mismo.
¿Y los NFTs de arte con IA? Puedes acuñar y vender arte generado con IA como NFTs sin problema. Pero ten en cuenta que, si es una salida puramente de IA, no podrás impedir que otros creen piezas idénticas o casi idénticas usando prompts similares. Tu valor viene de ser el primero, de tu marketing o de los elementos creativos adicionales que aportes, no de la exclusividad legal por derechos de autor.
Conclusión
Crear arte con herramientas de IA es legal, venderlo también lo es, y la tecnología abre posibilidades creativas increíbles. Pero si quieres protección por derechos de autor —la capacidad legal de impedir que otros copien tu obra— necesitas ir más allá de escribir un simple prompt.
Usa la IA como una herramienta dentro de un proceso creativo más amplio. Aporta una intervención humana clara mediante la selección, el orden, la modificación o la integración con obra propia. Documenta tu proceso. Y, al registrar el copyright, sé transparente sobre qué partes fueron generadas por IA.
El marco legal sigue evolucionando, y lo que hoy se considera válido puede cambiar a medida que los tribunales emitan nuevas resoluciones y la tecnología avance. Por ahora, el principio clave se mantiene: el copyright exige autoría humana, y cuanto más influyan tus decisiones creativas en el resultado final, mayor será la protección de tus derechos de autor.
Si estás construyendo un negocio alrededor del arte con IA, trátala como una herramienta más dentro de tu proceso creativo, no como un atajo para evitarlo. Ese enfoque te beneficiará tanto a nivel legal como artístico.
Fuentes y lecturas recomendadas:
- Oficina de Copyright de EE. UU., “Copyright e Inteligencia Artificial, Parte 2: Copyrightabilidad” (enero de 2025)
- Thaler v. Perlmutter, No. 22‑5341 (D.C. Cir. 2025)
- Oficina de Copyright de EE. UU., “Guía de registro de copyright: obras que contienen material generado por inteligencia artificial” (marzo de 2023)
- Decisiones de la Junta de Revisión sobre Zarya of the Dawn, Théâtre D'opéra Spatial y SURYAST (2023)
Este artículo refleja la legislación de EE. UU. vigente en marzo de 2025. El derecho de autor evoluciona constantemente, especialmente en relación con tecnologías emergentes. Para asesoramiento legal específico, consulta con un abogado especializado en propiedad intelectual.
